Chile

Un nuevo amanecer para Chile

Patricio Aylwin asume la presidencia de la República tras 17 años de dictadura militar bajo el régimen de Augusto Pinochet

Tras el fracaso de la estrategia de ruptura democrática practicada entre 1983 y 1983, la oposición chilena, consciente de su debilidad, adopta un enfoque posibilista en su desafío por recuperar la democracia. El régimen de Pinochet convoca el 5 de octubre de 1988 un plebiscito en el que, en aplicación de las disposiciones de la Constitución Política de 1980, se debía aprobar o rechazar al candidato que las Fuerzas Armadas propusieran para el periodo 1989-1997. El candidato propuesto, Augusto Pinochet, tuvo que enfrentarse a la Concentración de Partidos por la Democracia, liderada por Patricio Aylwin, que defiende el «No» a Pinochet. Con más del 55% de los votos, el triunfo rotundo del «No» abre el camino a la convocatoria de elecciones presidenciales en 1989.  

Patricio Aylwin juega un papel clave de oposición a lo largo de la última etapa del régimen de Pinochet desde el Partido Demócrata Cristiano, participando en la conformación de Alianza Democrática (1980) o en la redacción del “Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena Democracia” (1985). Después de ocupar el cargo de portavoz de la Concentración de Partidos por la Democracia en el plebiscito de 1988, es nombrado candidato a la presidencia por dicha formación. La campaña de Aylwin se basa en la reconciliación, la restauración del Estado de derecho y el fortalecimiento de la democracia.  

Después de diecinueve años desde las últimas elecciones democráticas, que en 1970 llevaron a Salvador Allende al Palacio de La Moneda, Patricio Aylwin se consagra como el claro vencedor en las elecciones presidenciales de 1989, al obtener el 55% de los sufragios. 

En la fotografía, podemos ver al recién nombrado presidente de Chile durante el acto celebrado el 12 de marzo en el Estadio Nacional de Santiago, bajo el lema “Así me gusta Chile”. A este evento asistieron más de setenta mil personas, junto con todas las delegaciones extranjeras que se habían negado a participar en la ceremonia celebrada un día antes, en la que el general Pinochet entrega la banda presidencial al presidente Aylwin. El acto en el Estadio Nacional busca escenificar el reencuentro del pueblo chileno con la democracia afirmando el compromiso con la nueva etapa que comienza. En su intervención, el presidente Aylwin expresa: “En este momento crucial de nuestra vida nacional, invito a todos y a cada uno de mis compatriotas a preguntarse, mirando al fondo de su conciencia, de qué manera cada uno puede contribuir a la gran tarea común y a disponerse a asumir su cuota de responsabilidad.