Felipe González recibe la ciudadanía colombiana de manos del presidente Juan Manuel Santos
El presidente colombiano Juan Manuel Santos otorga la ciudadanía colombiana a Felipe González, a quien define como un ser extraordinario. La ceremonia se lleva a cabo el 2 de diciembre de 2014 en el salón protocolario de la Casa de Nariño, residencia oficial del presidente de Colombia. En su discurso de agradecimiento, el expresidente expresa su profundo cariño y admiración por Colombia, sin ocultar la emoción que le provoca recibir esta distinción.
Dentro de su estrecha y duradera relación con Latinoamérica, Colombia mantiene un vínculo especial que busca preservar en el futuro en la medida de lo posible. Felipe González recuerda cómo, en uno de sus viajes, un periodista le pregunta: “¿Le gusta mucho venir a Cartagena?”, a lo que él responde: “Si algún día me pierdo, que me busquen en Cartagena.” Ese lazo especial va más allá de lugares emblemáticos como Cartagena de Indias. Durante su discurso, expresa su admiración por grandes figuras políticas colombianas, como el presidente Juan Manuel Santos y los expresidentes Belisario Betancur y César Gaviria. En tono de broma, comenta que algunos amigos de otros países latinoamericanos consideran una «traición» su decisión de aceptar la ciudadanía colombiana. Ante esto, responde: “no se preocupen, que a lo mejor, en lugar de grandes discursos integracionistas, podemos ir creando una ciudadanía compartida latinoamericana poco a poco”.
En este acto se refleja el agradecimiento del pueblo colombiano por la labor que Felipe González, a lo largo de las últimas décadas, desarrolla en favor del proceso de paz que culmina en 2016 con la firma del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera. El expresidente reconoce la voluntad de todos los mandatarios colombianos que ha conocido para poner fin a la violencia endémica y celebra haberles acompañado en ese proceso. González cierra su intervención agradeciendo al presidente Santos la entrega de la ciudadanía colombiana, a la que describe como “una gran distinción” y que refuerza su identidad al sentirse “tan colombiano como español y tan español como colombiano.”

