Tercera sesión de trabajo de la IV Reunión Plenaria del Círculo de Montevideo en Madrid
El presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, remite una invitación a Felipe González a participar en la reunión del Círculo de Montevideo celebrada en octubre de 1998 en Madrid. El expresidente acepta la invitación e interviene en una sesión de trabajo en la que aborda temas como la globalización, su concepción del liderazgo político, las “reglas de juego” de la democracia y la barrera de la comunicación.
González hace una diferenciación entre acción y liderazgo políticos, y entiende este último concepto como un “proyecto de sociedad que conecta con un ethos o aspiración mayoritaria.” En cuanto a la situación del proceso democrático y sus “reglas de juego”, señala las similitudes entre América Latina y España, y establece que el primer paso para que haya áreas de consenso que fortalezcan la democracia es “la aceptabilidad de la derrota” entendida como “la esencia de la democracia.”
El expresidente español también hace alusión a la importancia del liderazgo como un elemento social: “El voto es una doble transferencia de soberanía. Una, no muy importante, a un programa, a una tradición […] Pero la transferencia de soberanía más importante sigue siendo, […] la que se traslada a un rostro, a una cara y a unos ojos que ofrecen confianza. Cuando la gente vota, vota a una cara y unos ojos. Si olvidamos esto en política, podemos hacer todos los análisis teóricos que queramos pero nos servirán de poco.” Con esta reflexión, González critica los automatismos que limitan el mandato presidencial en países como Uruguay, donde Julio María Sanguinetti se ve obligado a dejar el cargo en el año 2000 debido a la imposibilidad de presentarse a un tercer mandato.

