Argentina

Paz, unidad y progreso

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Así hace referencia Felipe González a su rumbo político como candidato a la Presidencia del Gobierno en el debate de investidura

El 30 de noviembre de 1982, Felipe González pronuncia su discurso de investidura ante el Congreso de los Diputados, iniciando una nueva etapa en la historia democrática de España tras la victoria del PSOE en las elecciones del 28 de octubre. Con una amplia mayoría absoluta, González se convierte en el primer presidente socialista.

En su discurso de investidura delinea las prioridades de su gobierno, centradas en cuatro puntos clave: la lucha contra la crisis económica y el desempleo, destacando el impacto humano del paro; el avance hacia una sociedad más libre y equitativa, subrayando su compromiso con la Constitución de 1978 y la creación del Defensor del Pueblo; la reforma de la Administración del Estado para mejorar su eficacia y ética, con una Ley de Incompatibilidades para los altos cargos; y la proyección internacional de España, reafirmando la integración en la Comunidad Económica Europea y la revisión de la postura sobre la OTAN. Resume el rumbo del partido en “Paz, unidad y progreso; ese es el perfil del horizonte, de nuestro rumbo permanente.” Expone sus intenciones para con el continente Iberoamericano de forma clara. Establece que “con este conjunto de naciones hermanas reforzaremos nuestros lazos de cooperación en todos los campos, con la convicción de que una parte muy importante de nuestro futuro pasa por esta cooperación histórica de aproximación.

El 1 de diciembre, González es investido presidente del Gobierno con 207 votos a favor y 115 en contra, el mayor apoyo a un candidato en una sesión de investidura. Este discurso reflejó el compromiso de González con la modernización del país y su integración internacional.